WKB family
These are moments of great difficulty at the global level, of deep concern before an unknown and buried enemy, which threatens the most vulnerable part of our community to a greater extent.
Our obligation is to follow the indications of the experts in the field, and to comply with all the guidelines, because a global attack of these dimensions needs a defense at the same level to end this pandemic as soon as possible.
This is a disease that calls us to unity. Because if we are experiencing something, it is the impunity of the borders against it. Its target is our world, ignoring the state or administrative divisions.
It is sad, and at the same time encouraging, that it has to be a common enemy like this that makes us aware of humanity.
Let us hope that this conscience of humanity serves us for other threats that, not for being a little slower, are less dangerous. And, with the same omission of borders, we are able to show common lines in the defense of a decent survival.
Today I have heard a military authority recommending discipline and a spirit of sacrifice in this fight.
We budokas know a lot about those two premises. Because karate is, among other things, discipline. That basic discipline to maintain an adequate and necessary social order. That self-discipline necessary to be able to advance in the growth demands of a good karateka.
We know a lot about the spirit of sacrifice at the same time. The same that we demonstrate in our day to day, in our trainings, in the search for improvement and improvement that we preach.
These days most of our Dojos have their facilities temporarily closed, following the sanitary instructions.
But the spirit of the Dojo resides in all of us. We are fighters inside and outside the Dojo.
We are disciplined fighters. We have fought many battles, with better and also worse results, but always with the same drive and courage.
We have celebrated many victories, and accepted with respectful or defeats, but always trying to ensure that a good or bad result is not just a fight.
Our entire World Kyokushin Budokai family must continue to demonstrate their spirit of disciplined fighting, perseverance and good cheer.
We must show all our support and moral strength to those who can benefit.
And, like any other match, when it’s over, we’ll try to dissect and analyze what we’ve learned from it.
Because this, like everything, will also happen.
See you soon in the Dojos, training and re-sharing our need for Kyokushin.
Osu
Kancho Pedro Roiz
Familia WKB
Son estos momentos de gran dificultad a nivel global, de profunda preocupación ante un enemigo desconocido y soterrado, que amenaza en mayor medida a la parte mas vulnerable de nuestra comunidad.
Nuestra obligación es seguir las indicaciones de los expertos en la materia, y cumplir todas las directrices, porque un ataque global de estas dimensiones necesita una defensa al mismo nivel para acabar cuanto antes con esta pandemia.
Es esta una enfermedad que nos llama a la unidad. Porque si algo estamos viviendo, es la impunidad de las fronteras ante ella. Su diana es nuestro mundo, haciendo caso omiso a las divisiones estatales o administrativas.
Es triste, y a la vez alentador, que tenga que ser un enemigo común como este, el que nos haga tomar conciencia de humanidad.
Esperemos que esta conciencia de humanidad nos sirva para otras amenazas que, no por ser un poco mas lentas, son menos peligrosas. Y, con la misma omisión de fronteras, seamos capaces de mostrar unas líneas comunes en la defensa de una supervivencia digna.
Hoy he escuchado a una autoridad militar recomendando, en esta lucha, disciplina y espíritu de sacrificio.
Y nosotros, los budokas, sabemos mucho de esas dos premisas. Porque el Kárate es, entre otras cosas, disciplina. Esa disciplina básica para mantener un adecuado y necesario orden social. Esa autodisciplina necesaria para poder avanzar en las exigencias de crecimiento de un buen karateka.
Y sabemos mucho a la vez de espíritu de sacrificio. El mismo que demostramos en nuestro día a día, en nuestros entrenamientos, en la búsqueda de superación y mejora que predicamos.
Estos días la mayoría de nuestros Dojos tienen sus instalaciones cerradas de forma temporal, siguiendo las instrucciones sanitarias.
Pero el espíritu del Dojo reside en todos nosotros. Somos karatekas dentro y fuera del Dojo.
Somos luchadores disciplinados. Hemos librado muchos combates, con mejores y también peores resultados, pero siempre con el mismo empuje y coraje.
Hemos celebrado muchas victorias, y aceptado con un respetuoso osu las derrotas, pero procurando siempre que de un combate no quede solo un buen o mal resultado.
Toda nuestra familia de la World Kyokushin Budokai debe seguir demostrando su espíritu de lucha disciplinada, perseverancia y buen ánimo.
Debemos mostrar todo nuestro apoyo y fuerza moral a quienes podamos beneficiar.
Y, como de cualquier otro combate, cuando acabe, trataremos de diseccionar y analizar lo que hemos aprendido de él.
Porque esto, como todo, también pasará.
Nos vemos pronto en los Dojos, entrenando y compartiendo de nuevo nuestra necesidad de Kyokushin.
Osu
Kancho Pedro Roiz